Principios del año quinto.
A principios del año quinto, mi corazón ya batallaba con una esperanza, una esperanza que aunque no moviera fibras, estaba encendida.
un día sin pensar prendió fuego total, una leve brisa refresco la hoguera y estallo una revolución dormida.
Estaba esperando la chispa de esa revolución y la encontré sin buscar, la encontré donde menos esperaba.
En cada sin sabor hay un tesoro escondido y ahí lo encontré.
Gracias por traerla.
Vida!!